la semana que fue del 14 al 20 de febrero pasado, ocurrió en el teatro milagro y la librería conejo blanco del df, un foro de escena contemporánea en el que por la mañana hubo un taller de escritura crítica a cinco voces (una cada día); por la tarde una mesa de charla sobre temas muy concretos que relanzaban la práctica al pensamiento y viceversa; en la noche había una muestra de trabajo de algún grupo, lo que daba pie a la charla del día posterior; y después hubo encuentros informales con copa de vino (o cerveza, o tamales o los tres) en la mano.
el programa se puede encontrar en línea, pero de la experiencia me gustaría decir algunas cosas:
1. hay vida más allá de los espacios de consagración. en efecto cuando los organizadores planteamos el evento, nos lo propusimos a partir de la necesidad de conversación; me parecía (cambio a la primera persona) que quienes hacemos artes escénicas fuera de los circuitos oficiales teníamos que reconocernos y charlar, sin la espera de algún reconocimiento ulterior ni la infinita formación de un nuevo muro de los lamentos. pues es ésta la dinámica (auto)paternalista que prevalece en los encuentros, festivales y muestras conocidos.
primera mesa de diálogo
2. hay interlocutores. por supuesto que uno de los motivos de preocupación por organizar un foro así era el mismo que el de cualquier artista: ¿y quién va a venir a esto? pero la convocatoria fue bien recibida: todos los eventos estuvieron llenos (en la medida en la que de cincuenta a ochenta personas es un número importante para este contexto) y, en la medida también de lo posible, los formatos permitieron que quien quisiera pudiera tomar la palabra ya en las mesas ya en las charlas informales. pero, además, se pudo dialogar con hacedores de otras disciplinas: historiadores, filósofos, artistas visuales, músicos, y en este diálogo la pregunta sobre la singularidad de las artes escénicas (incluso en sus especificidades de teatro y danza) fue puesta en crisis de manera muy saludable.
infierno, paraíso, milagro, de la comedia humana
3. ¡que haiga nivel! la propia enunciación de los temas de las mesas planteaba ya una posición muy fuerte respecto de la teoría. con todo conocimiento de causa, en los conceptos elegidos para cada charla, sobrevolaban los nombres de benjamin, deleuze, ranciere, derridá y un largo etcétera de pensadores que dan espesor al discurso teórico actual sobre las artes. es cierto que este punto fue el que causó mayor escorzor, pues para quien estos términos no son familiares se sintió excluido en algún nivel, lo que a la vez daba la impresión de una imposición autoritaria. es cierto también que no todos los artistas invitados a charlar manejaban tal bagaje conceptual, pero en todo caso, hacían lo que sabían hacer: hablar de su obra y quedaba en el escucha hacer las conexiones necesarias. el asunto es capital: no sé si esta puesta en conceptos sea lo mejor de lo mejor, pero al menos puso el pensamiento en obra y hasta donde me alcanzó el oído esto permitía también a las charlas informales situarse por arriba de los conocidos cotilleos de “radio pasillo” tan llenos de resentimiento y mala fe. y aún más, por lo menos en mi caso, puso el espacio casi autista de mi práctica artística en una crisis que era, finalmente, uno de los propósitos de esta puesta en voces.
4. multiplicidad. poner a dialogar muestras de trabajo de artistas tan diversos sin una finalidad consagratoria y alrededor de un lenguaje crítico permitió la vivencia en común de formas de vida muy diferentes. nadie tenía la responsabilidad de identificarse con tal o cual artista, pero se podía sentir la manera en que ciertos vasos comunicantes comenzaban a ensancharse. en lo personal, poner en este contexto dos obras como las de las lagartijas tiradas al sol y teatro ojo, tan preocupadas por la memoria de un estado fallido y por otro, la preocupación visual-obturatoria de algunas propuestas de raíz dancística como las de esthel vogrig o nadia lartigue, daban cuenta e inspiración de amplio abanico técnico de las artes escénicas en diálogo muy poderoso con el presente.
5. discurso crítico. al día de hoy todavía falta decidir, entre otras cosas, cómo se encaminarán los resultados del taller de crítica; pero es deseable sin duda la conformación de discursos que al margen del juicio del buen gusto, operen en compañía crítica con los acontecimientos escénicos. el nivel de diálogo que se logró en algunas sesiones es buen indicador.
espero que otras impresiones sobre el acontecimiento se hagan escuchar. me parece que quienes asisitimos tuvimos la impresión de que un espacio de esta naturaleza es perfectible y que su continuidad es deseable. dialoguemos, pues.
fotos de karen muciño
rubén
Una lástima no poder asistir. Espero que haya resultados escritos y escénicos que ratifiquen el nivel de interlocución. Saludos de re/puesto.
ResponderEliminariremos informando. saludos de re/vuelta
ResponderEliminarHola. Me gustaría que me informaran del siguiente foro, o para el caso, de cualquier taller de crítica que planeen organizar o del que sepan es recomendable. Vivo en Guadalajara y soy periodista cultural y estoy a la caza de este tipo de formación, inexistente en mi ciudad. Tengo posibilidades de viajar al DF para ello. Les agradeceré cualquier tip. Mi correo:
ResponderEliminardiamantinas@gmail.com
saludos y enhorabuena por este esfuerzo.